Esta semana se ha podido comprobar que el año ha empezado con muy mal pie, debido al resurgimiento bélico entre Israel contra Gaza, en su manifiesta lucha contra el movimiento islamista de Hamás, para defender su integridad territorial y la seguridad de sus ciudadanos, ante los posibles peligros que pudiesen suscitarse.
Una vez más los ciudadanos europeos se han tirado a las calles para protestar contra las injusticias del mundo, porque es inhumano e inaceptable que en esta lucha mueran civiles inocentes. Y sin embargo los gobiernos nacionales y los representantes institucionales de la UE se mantiene sigilosos en cuanto a la petición de alto el fuego. Los acuerdos económicos preferenciales entre la UE e Israel son el freno, para que una organización internacional como al UE que tiene un papel internacional importante por su legitimidad y su apuesta por los Derechos Humanos, haga vista gorda ante este genocidio. Es mucho lo que nos queda por hacer a los europeos para que la UE reaccione ante esta situación, e intervenga una vez más como mediador de conflictos, y sea entonces cuando se presente ésta como la primera potencia mundial, no económica pero sí en cuanto a la defensa y promoción de los Derechos Humanos y el Bienestar social. Pero eso será cuando todos nos sintamos sensibilizados con el problema, y permanecer atentos cuando aparezcan en las noticias las imágenes de ésta guerra, y ponerse a reflexionar que es lo que podemos hacer desde nuestro papel de ciudadano, eso sería en el caso de que podamos hacer un stop a nuestras fiestas navideñas para ponerse en el papel de esos ciudadanos tanto de Israel como de Gaza que no están de acuerdo con este conflicto y que saben que sus vidas depende de un hilo.
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