Los líderes europeos han mantenido varias rondas de contactos de carácter formal y extraordinario durante el 22 de febrero y el 1 de marzo con un tema común, la economía, por varias razones:
- Dar confianza a los consumidores europeos ante la imagen que da el que la UE esté sólidamente unida para afrontar los problemas que presenta la crisis económica.
- Para establecer medidas nacionales que vayan a la par entre todos los estados miembros.
- Para fijar una posición común ante la próxima cumbre del G-20 que se celebrará el día 2 de abril en Londres.
Entre las medidas acordadas se encuentran las siguientes:
- Aprobación de planes de rescate para las economías de los estados del Europa del Este.
- Aprobar las medidas acordadas por los países miembros de manera unilateral como las iniciadas por Francia y España para proteger a la industria automovilística.
- Acordar medidas necesarias para que vuelva a funcionar el mercado de crédito.
- Poner en marcha la supervisión directa de las agencias de calificación de crédito, para mejorar la regulación en los sistemas financieros y evitar futuras crisis como la actual.
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