Marruecos se convirtió a finales de 2008 en el primer país al que la Unión Europea (UE) le otorgaba el estatuto avanzado de relaciones bilaterales. Por lo que tendrá acceso a determinados programas comunitarios y podrá aprovechar una mayor fluidez de relaciones políticas, económicas y sociales.
Se trata de profundizar en unas relaciones preexistentes impulsadas de manera especial por el gobierno español. En 2005, fue el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien proponía un estatus de integración en la Unión Europea "casi idéntico" al de Turquía.
Aparte de las meras cuestiones económicas, se trata de un aliciente para Marruecos que es el país más avanzado democráticamente en el mundo Árabe. Es preciso un vínculo más estrecho con Europa para consolidar los logros y dar un nuevo impulso a su proceso de modernización y transición democrática. Y de este modo, puede ejercer presión política sobre los gobiernos autocráticos en su vecindad del sur sobre distintos temas de interés para la UE.
Sin embargo el secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, instó a los dirigentes europeos a no otorgarle a Marruecos el status avanzado en sus relaciones con los países de la Unión hasta que no se resuelva el conflicto saharaui.
Es por lo cual que ante toda esta posibilidad de que la UE mantenga una buena relación con Marruecos pueda desvirtuar la imagen política de Europa ya que mancharían los valores europeos de democracia, justicita, igualdad y respeto a los derechos humanos al mantener relaciones con un país que en su arquitectura democrática tiene bastantes carencias y que en cuanto a la cuestión del Sáhara Occidental ha violado la legalidad internacional.
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