La Unión Europea se encuentra inmersa en una tormenta de problemas que han surgido a raíz de la crisis económica, por lo que las agendas de reuniones de la Comisión europea y del Consejo de ministros europeo va a tener que sufrir alteraciones debido a la urgencia y necesidad de que la Unión Europea en estos momentos esté más unida y siga coordinando políticas que revistan el carácter de solución y paliativo a la crisis económica.
Es por esta razón por lo cual se han convocado dos cumbres extraordinarias:
- La La primera se celebrará el día 1 de marzo en Bruselas y estará centrada en lograr un acuerdo para dar salida a los «activos tóxicos» de los bancos, cuyo peso en sus balances dificulta la vuelta a la normalidad de los créditos, tanto a particulares como a empresas.
- La La segunda cumbre será en mayo en Praga y se centrará en buscar solución al aumento del paro en Europa, una de las consecuencias más dramáticas de la crisis.
Y en medio de toda esta convulsión económica están resurgiendo los nacionalismos estatales dentro de la UE que han dado lugar a protestas en el Reino Unido contra la mano de obra inmigrante y en Francia con el proteccionismo, que afectan de lleno a la idea del Mercado Común Europeo.
Es por lo que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, hizo hincapié en «luchar contra todas las formas de populismo que ven en Europa el problema y no parte de la solución, sobre la base del mercado interior, la libre circulación de mercancías y capitales y el euro».
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